En fin... el recorrido de estos bondis espirituales, una trazado de molestias y vanidades, todo acaba por ser un exabrupto que casi lo veíamos venir...
Pende el estar así, pende dentro estar así... luego viene el así cómo... y a eso podemos adherir cualquier cadena pleonásmica a las que aquí estamos habituados...
es entonces cuando demandarme algo, buscarme dentro y fuera del ruido, ser mi suela y ser mi escudo tiene ojos de incesto... se aniquila, impostergable, en un suspiro de bazar, atraviesa el espejo, ese que tanto te doy para que me veas...
y esa normalidad del mundo en la que naufraga cualquier tristeza miente dulce para que todo sea finalmente sucedáneo...
07 marzo, 2007
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